Los talentos que Dios nos ha dado se reflejan fácilmente... Algunas veces se demuestran con hechos, otras veces, con tan sólo escuchar a la persona sabemos de los grandes talentos que posee... La gente no puede ocultarlos pues muchas veces saltan a la vista...
Lo que sí mucha gente puede ocultar o disfrazar es el rostro, el cuerpo e incluso los reales sentimientos ... Para eso nada mejor que mirar siempre a los ojos ... Los ojos son el reflejo y el espejo del alma... Desconfía de quienes no quieren mirarte nunca a los ojos... desconfía de los que ocultan sus reales intenciones volteando su rostro a otro lado o evadiendo tu mirada...
Y confía, confía plenamente en aquellos que mirándote a los ojos te dicen lo que quieren y lo que sienten... Esas personas no temen a nada, desnudan su alma frente a ti a través de su franca mirada..
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