Hoy te busqué en la sonrisa de un amigo y ¡Te encontré! Te busqué en la ilusión de un niño y ¡Te encontré! Te busqué en las nubes dibujadas en el cielo y ¡Te encontré! Te busqué en la danza de las Palmeras movidas por el viento y ¡Te encontré! Te busqué cuando tropecé y a punto estuve de caer y ¡Te encontré!... Por favor, Señor, ¡que nunca deje de encontrarte en todo lo que me rodea!
Del libro "Jesús, mi Maestro" de JDsam
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