Nunca discutas delante de ellos... todo lo absorben en sus cabecitas, y por desgracia siempre lo recordarán por muy pequeños que sean. Interesante artículo que quiero compartirles sobre la educación de nuestros hijos o nietos...
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Siempre he pensado que los niños no tienen por que aguantarse ni llevar
la carga de las peleas de los adultos. No necesitamos ser Psicólogos ni
especialistas para saber que esto esta totalmente mal, pero la realidad
es que aunque por lo general lo s padres nos contenemos y nos esforzamos para no tener una discusión
frente a ellos, a veces se nos ha escapado una. Por eso esta información
puede ayudarnos a tener más cuidado la próxima vez que tengamos un
desacuerdo con nuestra pareja.
Que
un niño observe las peleas y discusiones de sus padres puede afectar
muy seriamente su autoestima. Si el niño es extrovertido, probablemente
lo vaya a comunicar. Pero si el niño no habla ni se expresa mucho, puede
estar observando situaciones que lo asusten interiormente. Así lo
señaló la psicóloga Lourdes Fernández.
“Existen
diversas reacciones dependiendo del carácter del niño. Hay niños que se
tornan más inseguros, más dependientes, puede llevarlos a una
introversión o por otro lado, a ciertas conductas agresivas”, explicó la
psicóloga con experiencia en área educativa y asesoramiento a padres.
Para Fernández, “lo ideal es que las discusiones de los padres no se
mantengan delante de los niños”. Sin embargo, si es que el niño se
‘gana’ con la pelea, es importante “acercarse y asegurarle al niño que
papá y mamá lo quieren mucho, que estaban discutiendo no sobre él, sino
sobre alguna otra cosa”, expresó.
Asimismo,
la especialista indicó que a los 3, 4 o 5 años es un periodo en el
desarrollo del niño en que no logran diferenciar la fantasía de la
realidad. Por ello, insistió en que se debe procurar no dejar mucho
lugar a la fantasía y explicarle qué cosa es lo que estaba pasando
realmente.
Por
otro lado, dijo que los maestros suelen darse cuenta primero de este
problema, pues “tienen una referencia bastante objetiva porque reciban
un niño que se comporta de una manera y al poco tiempo puede estar
registrando ciertos cambios”, precisó, tras señalar que deben conversar
del tema con los padres.
Finalmente,
dijo que es cada vez más frecuente que los niños sean testigos de
alguna pelea de sus padres, y si llega a ocurrir, los adultos deben
pedir disculpas a las personas que estuvieron presentes. “Es muy
importante enseñarle a los niños que esto es parte de la vida y que no
es un tema del cual no se deba hablar”, dijo.
“Cuando
uno esté más calmado, es bueno jugar con él o contarle un cuento de
alguna discusión y poder preguntarle al niño que piensa sobre eso”,
concluyó Fernández.
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