Cuando el desánimo toca a la puerta,
todo es confuso, todo se torna triste y negativo,
parece gritarnos con todas las fuerzas
"no luches" , "¿para qué continuar?" "no ganas nada"....
y al recordar fracasos anteriores de nuestra vida,
pareciera que el mundo se nos viene encima interiormente
previniéndonos insistentemente "no lo intentes",
"fracasarás de nuevo" "todo será inútil otra vez"...
Olvidamos que los fracasos, no son fracasos, son enseñanzas,
y olvidamos que el desánimo nunca nos traerá
algo bueno a nuestra vida....
y olvidamos, lo MÁS IMPORTANTE...
que Dios no se cansa de enviar mensajes,
que nuestros oídos parecen ser sordos
a Sus Palabras y Sus Promesas,
olvidamos que ÉL en cada paso que damos,
En las buenas y en las malas,
en los momentos triunfantes como en las pruebas,
nos dice y nos hará recordar hasta el cansancio,
su tierno consejo y su Gran Verdad:
"No te rindas, Estoy Contigo".....
ÁNIMO!... Nunca lo olvides, a tu lado está...
Oly Sawyer
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