Tengo yo un niño que me espera Un niño que me piensa, que juega y canta sin parar. Veo yo su vida en su sonrisa, como se va de prisa, queriendo detenerla . Tiene él una mirada fiel, y también un corazón de miel . Y soy un hombre muy afortunado, tengo la dicha de tenerle a él Le enseñaré a descubrir tesoros, pues él será el amigo que soñé. Y después que no me necesite, y alcancé las estrellas, y pueda andar sin preguntar. Lo veré como me vio mi padre, cuando tomé en la calle, tejiendo sueños sin parar. Tiene él una mirada fiel, y también un corazón de miel. Y soy un hombre muy afortunado, tengo la dicha de tenerle a él Le enseñaré a descubrir tesoros, pues él será el amigo que soñé.
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