Le pedí a Dios fuerza, para triunfar;
me hizo débil, para que aprendiera la humildad de obedecer.
Le pedí salud, para poder hacer grandes cosas;
me dio la enfermedad, para que hiciera cosa mejores.
Le pedí riquezas, para ser feliz;
me dio la pobreza, para que fuera sabio.
Le pedí poder, para recibir las alabanzas de los hombres;
me dio debilidad, para que sintiera la necesidad de Dios.
Le pedí todas las cosas, para disfrutar la vida;
me dio la vida, para que pudiera disfrutar todas las cosas.
No obtuve nada de lo que le pedí,
pero sí todo lo que deseaba.
Casi a pesar de mí mismo,
mis plegarias sin pronunciar tuvieron respuesta.
Yo soy, entre todos los hombres,
el más lleno de Bendiciones.!!
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