Quiero aprender a orar.
Orar para agradecer, no para pedir.
Orar para decir "nosotros" y no "yo".
Orar para aumentar mi fe, no para jactarme de ella.
Orar para hacer más grande mi esperanza,
no para esperar algo.
Orar para dar amor a los demás, no para ser amado.
Orar para implorar perdón con humildad,
no para perdonar con soberbia.
Orar para dar alegría a los demás,
no para buscar alivio a mi tristeza.
Orar para saber que la mejor oración - y la más breve-
es la que Jesús nos enseñó:
"Hágase, Señor, tu voluntad"
En esa oración están todas las oraciones.
Que esté también la mía.
Armando Fuentes Aguirre
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