Nunca olvides al que estuvo ahí cuando nadie más estaba... Esa mano amiga, ese vecino, ese hermano, ese familiar que tan cercano a ti siempre está... y el mismo Jesús que fue quien te alentaba con mensajes, con notas, con sus brazos y sus manos llenos de amor por ti, para que te levantaras, para que supieras que no hay nada que Juntos no puedan resolver...
Oly Sawyer
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