Te amé sin conocerte, porque el simple hecho de llevarte en mi vientre y saber que existías me lleno de alegría, y ahora que estás conmigo debo decirte que tu sonrisa es mi motor y tu llanto mi dolor.
Cuando duermes te admiro y me siento la mujer más feliz del universo, tu salud me tranquiliza, tu felicidad es mi consuelo y tus penas mi tormento.
La razón de mi existir eres tú, porque al ser el pilar de mi alegría, quiero continuar con mi camino y ayudarte a construir tu destino hasta que aprendas a valerte por ti en todos los aspectos de tu vida y puedas volar.
Te observaré y le pediré al cielo me permita verte convertido en un gran ser humano, con humildad, con valor y dignidad y con tanto amor para ofrecer a los demás.
Quiero que aprendas que el dinero no es todo, que todos somos lo mismo, que algunos son ricos en dinero y otros más de ilusión, pero al final del camino todos somos de la misma condición.
Que llegarás tan lejos como tú te lo propongas, si no te separas del camino de Dios.
Si sientes que no has avanzado, no te detengas aún, recuerda que todo tiene solución, sólo busca la respuesta en el fondo de tu corazón.
Lucha contra todo y alcanza tus metas, no te desesperes si tarda en llegar, todo llega si luchas por ello, sólo haz lo correcto y se te cumplirá.
Emprende tu vuelo hijo mío, no temas caer, porque siempre, aunque no esté presente y no puedas verme, yo te veré, velaré y protegeré y esperando para darte mi mano estaré.
Tu mamá
Desconozco el autor
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