Ella, de tanto dar, de tanto amar, de tanto servir, de tanto dejar de pensar en ella y por querer mirar felices a quienes ama, se fue quebrando hasta quedar hecha pedacitos.
Y no sé cómo explicarlo, pero aún lastimada y llorando armó sus piezas sueltas hasta quedar media entera, pero caminando sin perder la fe, el entusiasmo y el deseo de ser mejor persona.Ella es así: Lo que no la mata, la fortalece.
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